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KinoArz
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Casa de hatsune miku

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KinoArz's News

Posted by KinoArz - August 14th, 2023


La casa que compartimos una vez, hoy se siente como dos mundos separados por el viento. Cada día, una brecha invisible crece entre nosotros, como un río que se ensancha lentamente hasta convertirse en un océano infranqueable, ¿dónde se perdió la cercanía que alguna vez compartimos?


esperaba comprensión, un abrazo cálido que mitigara mis dudas. Pero en su lugar, las palabras llovieron sobre mí, igual que a un martillazo que aplasta cualquier rastro de autoestima. Me sentí como un barco a la deriva, golpeado por las olas de su enojo y decepción.


me he esforzado, pero parece que mi esfuerzo nunca es suficiente para llenar el abismo entre nosotros. A veces, me pregunto si merecía nacer, si valía la pena traer a este mundo un ser que solo parece sembrar desilusiones.



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Posted by KinoArz - July 31st, 2023


Lloremos, diosa de mi arte, el fané de mis escritos enmarca una cursi melancólica,

¿Que es difícil de entender en la obra de quién sufrió oír de amores?

Las lágrimas de vivencias platónicas nublan el tacto de los ojos, ensordecen las manos y ciegan los oídos. ¡Qué pobre es aquel que sufrió oír de amores!

Detesto todas y cada una de las impertinencias cometidas en nombre de corazones ajenos, pero anhelo ser víctima.

Cobrarte besos y dejarme acuchillar porque así acaban todos los placeres de la adolescencia, solo eso conozco y solo eso deseo, ¡qué pobre es aquel que desea!


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Posted by KinoArz - July 31st, 2023


Estuve escuchando sonidos de la naturaleza; uno en específico era el sonido del campo, ya sabes, como el de una granja.


Cada vez que me quito los audífonos, siento dolor. La música ya no me genera nada, solo la perfecta y hermosa armonía del mundo sin papeles me llena. Oír a los pájaros cantar en su innata sabiduría y maestría del sonido, esa sabiduría y madurez armónica que arrogantemente menospreciamos. Escuchar el agua fluir para llenar de vida al mundo, percibir el singular andar de los insectos listos para mover la tierra donde nacerán flores y plantas que, con el viento y su estático andar, se unirán a la orquesta que describí.


Es horrible quitarme los audífonos y volver a la aberrante cacofonía que provocan los aparatos del hombre, la música de algún vecino perdida en el eco o que lucha con la de otro, detonaciones de armas y cohetes festivos, pájaros que claman por auxilio, perros igual de condenados que yo, ladrando desesperadamente mientras yo escribo.


¿Acaso nadie ve lo que yo veo? Me pregunto. ¿Nadie ve el musgo entre los ladrillos? ¿Nadie ve al canario construyendo su nido en los postes de luz? ¿Nadie ve a la lagartija oculta en la madera vieja?


Todo eso me hace querer unirme a él, unirme al coro de vida que los humanos hace mucho apaciguamos. Recostarme en el pasto sin comida ni bebida, dejar que mi yo lentamente deje de pensar en sus inventados quehaceres. Con el sol en mi cara, dejar de pensar, convertirme en pasto, en un árbol o en un montón de hierbas. Que las abejas, moscas y mariposas se posen en mí y hagan vida a mi alrededor, cantar con mis hojas al tempo de la brisa y existir como tenga que existir.


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Posted by KinoArz - July 31st, 2023


Hoy vi mariposas volar, mariposas blancas de silueta difusa. La punta de sus alas era negra y contrastaba con el cálido perla tenue que coloreaba su envergadura. En lo efímero de su vuelo yace el peso de una importancia ecológica inimaginable. Su danza sin suelo llena de vida al mundo, un aleteo sin orden que ayuda al orden.


Una de ellas entró en mi casa, sobrevoló el pasillo y aterrizó en mi recámara. Intenté persuadirla para que escapara de mi mano hacia la ventana, pero mi mamá logró persuadirme a mí antes de salir por el mandado. En plena travesía mientras cargaba frutas, me enteré de que soy un inútil. Por más ordenado que sea mi caminar, no influye en ningún orden. Por más disciplina que aparente, mi espalda no soporta el peso de lo poco que importa, mis pisadas llenan de decepción al mundo. Volví a casa y miré asombrado cómo la mariposa se convirtió en capullo, decorando la pared justo debajo del ventanal. Sé que algunas especies lo hacen a pesar de estar en su etapa adulta, pero no tuve tiempo de reflexionar sobre ello. Postrarme en el lecho de sueño me traía apurado.


En la patética comodidad del colchón seguí reflexionando sobre mí mismo. Todos los caminos conducían a Roma, y Roma era el no nacer. Pasaron las horas y la penumbra cubrió las cuatro paredes. No era digno ni de tener luz; no hice por apretar el interruptor. Me cansé de pelear y decidí actuar.


Mamá con anterioridad mencionó que papá no podía dormir, que necesitaba ayuda en sus noches de insomnio. Eso fue suficiente para llegar a varias conclusiones. Como nadie se preocuparía de tener vigía de mí, revolví el cuarto de mamá y papá, voltee las cajas y finalmente lo encontré. La ayuda para el insomnio, yo no tenía insomnio, o al menos no lo suficiente como para necesitarla. Pero hoy me sería de ayuda.


De nuevo en mis 4 paredes, cerré la puerta con seguro y me senté en la cama. Dejé mi ayuda en la mesa de noche y reflexioné sobre mí. No pude persuadirme para salir de mis tormentos, tomé el frasco color café y de un trago amargo y difícil de pasar ingerí todo el contenido.


De inmediato, un dolor de tripa invadió todo mi ser, pero cualquier malestar era insignificante comparado con mi mente. Me recosté e intenté pasar de forma serena mi alivio. Volteé a mis alrededores mientras me dormía pacífica y dolorosamente. Logré divisar el capullo que tenía signos de movimiento. Ya cuando mis párpados se veían entrecerrados, emergió una mariposa grande, de envergadura negra con una leve pincelada de blanco perlado que revoloteó por la habitación. Finalmente, aterrizó a mi lado. En ese momento, sentí un peso sobre mi espalda, peso que mis conocidos sentirían. Mis ojos se cerraron por completo y pude volar en desorden


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